El dilema del prisionero de la izquierda en Andalucía.
El dilema del prisionero de la izquierda en Andalucía.
Antonio Jesús Acevedo Blanco.
Sociólogo e Investigador.
Ante las casi inminentes elecciones para la Junta la izquierda en
Andalucía se enfrenta a un dilema del prisionero propio de los manuales de
teoría de juegos. La propuesta de Yolanda Díaz, secundada por baronesas
territoriales de la izquierda en España, se ha visto alimentada en estos días
con planteamientos de candidatura única por parte de un grupo de Profesores
Universitarios encabezados por el mediático Catedrático de Economía de la
Universidad de Sevilla Juan Torres López y acompañados de otras personalidades
relevantes entre las que destaca el histórico y mesiánico dirigente jornalero
del Sindicato de Obreros del Campo (SOC) Diego Cañamero Valle.
Pero ¿por qué se plantea esta candidatura única a las elecciones
de la Junta de Andalucía como un dilema del prisionero de manual? En primer lugar,
hay que resumir brevemente en qué consiste el dilema del prisionero. En la
teoría de juegos para poder llevar a cabo las estrategias de maximización del
rendimiento los jugadores se plantean supuestos hipotéticos en los que los
participantes se encuentran en la disyuntiva de cooperar, obtenido un resultado
óptimo en base a las estrategias del resto de jugadores, o no cooperar,
intentando que se máxime su rendimiento ante la posibilidad de que la otras
partes igualmente se decanten por la no cooperación.
En el dilema
del prisionero clásico la policía arresta a dos sospechosos, los separa e
incomunica y le plantea la siguiente matriz de decisión a cada uno de ellos:
| Tú confiesas | Tú lo niegas |
Él confiesa | Ambos sois condenados a 6 años. | Tú eres condenado a 10 años y él sale
libre. |
Él lo niega | Él es condenado a 10 años y tú sales libre. | Ambos sois condenados a 1 año. |
¿Cooperarán
los dos prisioneros para minimizar la pérdida total de libertad o uno de ellos,
confiando en la cooperación del otro, lo traicionará para quedar en libertad?
Aplicando la teoría de juegos al comportamiento colectivo de los
actores si bien la estrategia dominante será la de no colaborar pues de esta
forma se máxima el rendimiento - para el caso del prisionero éste saldrá en
libertad-, se plantea cooperar ya que esta acción se convierte en la opción más
lógica a pesar de tener que ceder en parte de las pretensiones iniciales. Sintéticamente
expresado; cooperar significa optimizar el rendimiento mientras
que no cooperar plantea maximizar el rendimiento, por tanto, para
conseguir alcanzar la situación de equilibrio – Nash- se requiere la confianza
y cooperación de las partes para que el resultado final de la cooperación cristalice
en un rendimiento óptimo de la situación producida.
Teniendo en cuenta los planteamientos básicos de la teoría de
juegos la situación producida de cara a las elecciones se plantea como la
estrategia domínate, la que maximiza los resultados, la de no cooperar; sin embargo, la acción de
los actores, políticos en este caso, puede llegar a producir un resultado de
cooperación que optimice el rendimiento dando lugar a una candidatura única, si
finalmente se cumplen los presupuestos básicos del dilema del prisionero. Hagamos un repaso
de la situación de los actores.
En primer lugar, debemos reflexionar sobre la posición del actor
dominante y propiciador de la situación, Unidos Podemos (UP). Para este actor
la estrategia está prácticamente diseñada desde los aparatos centrales de las
organizaciones en Madrid. UP es consiente del desangre que supone para su
organización que la izquierda andaluza opte por presentarse a unas elecciones
con tres papeletas con opciones de obtener representación. Presentes en el Gobierno
de España su iniciativa, y casi obligación, es reeditar el pacto de Gobierno en
Andalucía para de esta forma apoyar el próximo ciclo político en una victoria
que anime y entusiasme a su electorado que en los últimos tiempos ha asistido a
la digestión de algún que otro anfibio acuático de gran tamaño. Sin duda para
UP la estrategia dominante será la cooperación, y si para ello debe ceder
alguna de sus pretensiones, así lo hará pues al final de cuentas,
posteriormente en los cuatro años de consolidación, la estructura política de
base y la experiencia política en las instituciones como apoyo de la odiada y
amada madrastra PSOE se impondrá y donde dije confluencia, digo afluencia -
utilizando de nuevo el símil acuático-
La segunda de las patas de este banco se presenta en la nueva
coalición de Andaluces Levantaos (AL) liderada por Esperanza Gómez de Más País
Andalucía, Modesto González de Andalucía por Sí y José Antonio Jiménez de Iniciativa
del Pueblo Andaluz. En el último barómetro del Centro de Estudios Andaluces (CENTRA)
los resultados vaticinaban la coalición obtendría representación. Además con su
irrupción la coalición logró haber puesto en la agenda política andaluza la
regeneración del espacio político ideológico el andalucismo socialdemócrata y
ecologista que el extinto Partido Andalucista había dejado. Para esta coalición la estrategia dominante
sin duda sería la de no colaborar, pues, con pocos meses de vida y con un futuro
organizativo prometedor en el espacio municipalista, obtener representación en
el Parlamento de Andalucía supondría un avance importante en las dinámicas de
expansión de la propuesta política andalucista. Por otra parte, el dilema de AL
se plantea en base a que el resto de los actores colaborase ya que en este
supuesto se plantearían algunos de los siguientes interrogantes: ¿en qué
posición quedaría ante el electorado? ¿comprenderían los electores que ante el
ofrecimiento de colaboración la coalición AL optase por “conformarse” con unos
resultados de perfil bajo para asentarse en las instituciones? ¿el relato de
campaña los acusará de romper la izquierda? ¿con este estado de opinión generalizado sería
posible optar a una competición electoral con garantías e igualdad de condiciones?
¿contravendría la coalición a las dinámicas de otros territorios como Madrid o
Valencia que decididamente han mostrado su apoyo a la ministra de trabajo? Para
estos interrogantes la respuesta de este analista está clara. La coalición AL
cooperará en una candidatura única y ¡los demás lo saben …!
Llegados a este punto el último de los actores, el partido
político Adelante Andalucía (AA) liderado por la carismática Teresa Rodríguez
se plantea como la tercera en discordia. Últimamente las diferencias dentro del
grupo motor de la organización se han hecho patentes y son conocidas las
opciones divergentes de “algunas históricas”. No colaborar además de plantearse
como la estrategia dominante está incrustado en el ADN fundacional y
estratégico del anarquismo político del que Anticapitalistas Andalucía es
referente. Por otra parte, no colaborar en base a la unión de la izquierda en
la candidatura única daría opción a los irreductibles peninsulares del istmo a
ocupar el espacio huérfano del andalucismo nacionalista andaluz que el alcalde
de Cádiz y pareja de Teresa en declaraciones a la cadena SER declaró como el
espacio político que aspiran a ocupar. Sin embargo, AA es también es consciente
de la cooperación de todos los actores, es consciente del relato que se
impondrá demonizando a la pareja gaditana y acusándola de todos los males de la
izquierda, actuales y pasados desde los tiempos de León Trotski. También es
consciente, o al menos así lo creo, que el relato de la ruptura de la
izquierda, la denominación en tono despectivo de CUP a la andaluza, el recurso
fácil hacia los antisistema e incluso la sempiterna proclama de que el
andalucismo es de derechas, apuntaran con el dedo acusador a Teresa Rodríguez.
Cooperar pude llegar a ser opción para Teresa Rodríguez, pues, en el poliamor
político los reencuentros después de divorcios pactados, además de la
efusividad química del momento, garantizan estabilidad emocional, al menos por
un tiempo, hasta que te pongan las maletas en la puerta de la casa común …
En síntesis, bajo los supuestos de la teoría de juegos, ante el
conocimiento de los actores de los pros y contras de sus acciones y con la
salvedad de la incertidumbre de los indómitos libertarios del istmo y las
irreductibles roteñas (aquí no se aplica el símil acuático sino el gentilicio) el
analista que suscribe este post con un margen de error estandarizado por las
contingencias propias de los fenómenos sociales se atreve a afirma que habrá
candidatura única de la izquierda andaluza.
Nota a los mediadores: la profecía autocumplida no cuela, muestren
los microdatos de sus encuestas o callen para siempre.
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