Hacia un nuevo espacio político Andalucista
Pensar es escribir y viceversa, y el que no practica lo uno
niega lo otro irremediablemente. Estos días de agosto son especialmente dados al
"infanticismo", entiéndase el vocablo como el conjunto doctrinario
interpretado por los seguidores del notario de Casares. De todas las contribuciones
al corpus teórico que durante estos días circulan por la red confieso que la
aportación de Pilar González en la Lavozdelsur.es https://www.lavozdelsur.es/sea-por-andalucia-libre/
ha sido el motivo para ponerme a
escribir este post y, por tanto, recapacitar sobre el espacio político a ocupar
por el andalucismo.
En primer lugar, no voy a entrar a discutir o valorar la
aportación de Pilar González debido a mi desconocimiento historiográfico sobre la
materia. Algunos aportes históricos son imprescindibles para comprender las
realidades sociales, sin embargo, la extrapolación histórico-determinista a los
contextos actuales resulta del todo vana, especialmente cuando de construir sujetos
políticos se trata.
Me parece un artículo de opinión excelente, González hace
gala de una magnifica expresión escrita dotada de un estilo personal y retórica
envidiable para los que nos dedicamos, entre otras cosas, a la investigación
social. No es la crítica al artículo de Pilar González lo que motiva esta
publicación. Da lugar a esta reflexión la gran multitud de visiones “infanticistas”
de Andalucía que componen un corpus heterodoxo de interpretación político-ideológica
dejando de lado, o directamente arrinconando, el método “intantaniano” de observación
y transformación social y me explico.
El marxismo y los marxistas, el propio Marx negó ser
marxista, han completado un corpus doctrinal compacto, con sus resquicios, eso sí, e
interpretaciones más o menos cercanas a las diferentes corrientes. Aplicar el
método “marciano” de observación social no supone irremediablemente comulgar
con los postulados marxistas oficiales u oficiosos. Por ejemplo, análisis en
los que se aplica la división superestructura ideológica/infraestructura productiva
para aprehender fenómenos sociales apelan a una base metodológica basada en la
perspectiva de Marx sin por ello tener que ser fieles al modelo de organización
social propuesto por el marxismo militante.
Del mismo modo hemos de proceder con la doctrina “infanticista”.
No me imagino a Blas Infante análogamente a Marx negando su “infanticismo”. Sin
embargo, si observo la nula práctica del método de Blas Infante en las
retóricas políticas actuales. Observo multitud de escritos, artículos, post y todo un elenco de "visiones" políticas y disensiones de cómo ha de organizarse ideológicamente el andalucismo sin entrar a valorar la realidad social, económica y el encaje político del andalucismo actual Y ¿cuál es el método de de Blas Infante? preguntarán los lectores de
este post, pues simplemente un método de trabajo de análisis de la realidad
social andaluza acorde a la profesión de notario del padre de la Patria Andaluza y las herramientas metodológicas disponible en el primer tercio del siglo XX, la
observación participante.
La reflexión teórica metodológica propuesta viene a colación
de la interpelación que hizo mi amigo Pepe Sangre Verde en la reunión que mantuvimos
anoche a la sombra lunar de la Giralda. Don José Damián proponía un modelo
andalucista de máximos, una unión andalucista bajo el paraguas de un partido
político fuerte. Querido Pepe esa unión fuerte NO es posible con la simple práctica teórica sobre la doctrina de Blas Infante, NO es posible buscando encajes históricos en
contextos actuales, NO es posible proponiendo visiones idealizadas desde una
perspectiva personal o grupal más o menos estructurada. Pepe tú te auto-respondiste a
la pregunta, la unión andalucista sólo puede venir de hablar con la gente, de
salir a difundir la “buena nueva” cual testigos de la resurrección del espíritu Geist hegeliano,
de investigar las estructuras de dominación subyacentes, deconstruir el discurso social hegemónico y potenciar el
tejido productivo de nuestra tierra, en otras palabras, querido Pepe, de
practicar el método de Blas Infante desde nuestras Agrupaciones, Coordinadoras y Ayuntamientos; la observación participante.
¡¡¡Viva Andalucía Libre!!!
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