Tiempos nuevos, tiempos salvajes.
Tiempos nuevos, tiempos salvajes desde que los Ilegales cantaban este tema a hoy ha llovido. Corría 1984 eran tiempos de Narcis Serra, Miguel Boyer, Santiago Carrillo y Manuel Fraga. Tiempos de fin de la profecía orweliana y tiempos de plomo en el Norte. Tiempos de ilusiones progresistas y de enanos facistas revolviéndose recelosos tras sus gafas de concha. Kortatu se funda e Irán acusa a Irak de emplear armas químicas en la guerra que ambos países mantienen.
Toma tu parte, nadie regala nada. Por aquel entonces no puedo recordar la tasa de paro, pero sí que el negocio que durante años proveía de sustento a mi casa se hundió como el Titanic arrastrando ilusiones y proyecto vitales. Sin embargo the boss resurgió, nadie regala nada y menos el colegio de pago que decidió no conceder el graduado escolar a uno de sus alumnos pues no iba a continuar el bachiller y al igual que sus hermanos debía marcharse a la escuela pública por falta de recursos. Estudiar, trabajar y hacer el golfo, nadie regalaba nada.
No hay nada sin lucha, ni aire que respirar. Fueron tiempos de OTAN No, Bases Fuera, de Insumisión a la Ley de Objeción, de Sindicato de Estudiantes y Cojo Manteca. Tiempo de Policías vestidos de marrón sujetándose la gorra con una mano y la porra con la otra, "Los monos" ¿Quién no recuerda ese mote de la pasma? Tiempos de Andalucía entera como Marinaleda, reconversión industrial y enfrentamientos entre astilleros euskalduna y las ametralladoras con fuego real de la policía. Tiempos de yonkis, jeringuillas, tirones y amigos muertos. Lucha por un futuro digno y lucha de clases amortiguada con caballo merchero y crak en USA.
No eres un juguete, levántate y lucha ya, Ilegales pasó, hace poco tristemente le robaron los instrumentos de la furgoneta, pero parece que los tiempos nuevos se repiten aún más salvajes. La escuela y sanidad pública está heridas de muerte, se encarcelan raperos por la mitad de lo que "La Polla Records" se atrevía a decir, el salario hora por los suelos y sin posibilidades de "buscarte la vida", la amenaza de guerra en Oriente Medio se recrudece mientras en las bases en Rota y Morón se siguen cargando bombas. No se ha expropiado RUMASA pero la cúpula empresarial apocalipticamente vaticina el fin del trabajo remunerado. De la Iglesia no hablemos, cualquiera del Opus de entonces es anarko sindicalista al lado de estos neocatumenales. En toda esta vorágine salvaje una buena noticia, Manuel Castells lo hacen ministro, el poder de la identidad... el problema es que como dice mi amigo Pepe a partir de ahora lo tendré que leer en el BOE en lugar de en "redes de indignación y esperanza".
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